para la justicia argentina: enjuiciar a los dirigentes de la dictadura que por ocho años golpeó al país sureño, no fue cualquier cosa. Se trató de un proceso civil marcado en partes iguales por la desconfianza y el apoyo nacional, signado por infinitas trabas. Casi nadie podía creer en aquello por la impunidad con la que los militares actuaron desde el
