SEGURIDAD
CULIACÁN, SIN.– En las últimas semanas los habitantes de esta ciudad han visto una inédita presencia y movilización militar, que creció a la par de los reportes de operativos para decomisar precursores químicos y aseguramientos de laboratorios de drogas por parte de las Fuerzas Armadas.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha justificado la presencia militar que en Culiacán se ha incrementado, particularmente tras la movilización del 5 de enero último, cuando fue capturado Ovidio Guzmán.
Los estragos de la violencia que se vivió ese día también han golpeado a la población de la capital sinaloense con un impacto mayor al que se vivió tras el primer “Culiacanazo”, del 17 de octubre de 2019, cuando el actual gobierno federal iba tras Ovidio y optó, como lo reconoció el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, por “dejarlo ir” con el argumento del riesgo que significaría para la población un enfrentamiento, “casi el inicio de una guerra”.
Ahora, de enero a la fecha, los convoyes militares que recorren Culiacán se “normalizaron” y la presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha ido en aumento, junto con operativos y decomisos, sobre todo de fentanilo.
También se ha normalizado el temor, del que poco se quiere hablar.