MÁS INFORMACIÓN
Cuando la vida se pone difícil es cuando ves tus costuras y las de la gente que te rodea", reflexiona Alfonso Jiménez, cofundador y presidente de Cascajares. Y las suyas, sus costuras, deben estar muy bien reforzadas, a tenor de cómo ha reaccionado cuando la vida se lo ha puesto realmente complicado tras el incendio que el pasado 26 de enero asoló por completo la fábrica y la nave de la compañÍa en Dueñas. En apenas 5 semanas (esta entrevista se realizó el 7 de marzo) han conseguido poner en marcha la productión a buen ritmo desde una pequeña fábrica alquilada en La Cistérniga (Valladolid) y, lo que es más importante, sacar a mas de la mitad de la plantilla del ERTE.
El camino no ha sido fácil. Durante muchos días, cada vez que empezaba a conciliar el sueño le asaltaba el ruido de los cristales estallando por el fuego. "Los primeros quince días al acostarme le pedía a mi mujer que me diese la mano porque sentía miedo y, al empezar a quedarme dormido, daba un respingo y me sobresaltaba". "En una primera etapa, tenía contracciones musculares que no podía controlar. Estaba en una reunión y de repente daba un un brinco y la gente se quedaba alucinada". "En público nadie me ha visto llorar, ni siquiera mis hijas, pero en privado he llorado como un niño". Son algunas de sus reflexiones.
Pero, si de algo está repleta esta conversación es de lecciones de superación, de mensajes de optimismo y, sobre todo, de un continuo e inagotable volvemempezar, así en un único vocablo. Porque de esto va este reportaje, de no rendirse nunca. Pura resiliencia. Reconstruimos con el propio Jiménez su recorrido emocional y operacional para gestionar esta enorme adversidad.
ASí COMIENZA TODO
3,15 horas del 26 de enero de 2023. Una llamada telefónica interrumpe el sueño de Alfonso Jiménez, cofundador y presidente de Cascajares. A1 otro lado del auricular una voz le avisa: "hay un incendio en la fábrica". "Soy una persona tremendamente optimista y, cuando me lo comunicaron, nunca pensé que iba a ser total ni que iba a acabar