MÉXICO-ESTADOS UNIDOS
La relación bilateral entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y el estadunidense de Joe Biden ha entrado en una zona de turbulencias: mientras se observa una escalada en el tono de las declaraciones de ambos lados de la frontera, se puso en marcha una diplomacia menos ruidosa pero más efectiva, con delegaciones que viajan a México para negociar acuerdos con el presidente mexicano.
El diagnóstico del Departamento de Estado sobre la situación de los derechos humanos en México, incluido en el Informe Anual de Derechos Humanos 2022 que se publicó el lunes 20, causó una fuerte molestia del presidente López Obrador, quien durante varios días lo tachó de “mentiras”, “bodrio” o “politiquería”, y se lanzó contra la cancillería estadunidense, a la cual acusó de no tener pruebas, de “calumniadores” o de ser un “departamentito”.
Aunque no estuvo dirigido contra México –se trata de una revisión país por país que el Departamento de Estado realiza cada año para el Congreso–, el informe se sumó a una serieactores políticos de Estados Unidos sobre el papel de México en el combate al tráfico de fentanilo, que han desencadenado reacciones indignadas del mandatario.