iguel Ángel Moreno Gallo, periodista y profesor de la Universidad de Burgos, niega que existiera realmente la trama descrita por Heide. Tras diseccionar el Informe Benlo y escribir, junto a José María Chomón Serna y Clara Sanz Hernando, atribuye su existencia al extremismo ideológico del austríaco: «El supuesto complot no pasó de ser un conjunto de conversaciones informales mantenidas en bares y locales entre amigos y personas de confianza». Una afirmación compartida con el dosier coetáneo redactado por un capitán de la Guardia Civil a instancias del coronel José Ungría: «En los bares que se cita […] se ha ejercido eficaz vigilancia y si bien se apreció que efectivamente concurren a los mismos varias de las personas que se señalan […] no se ha sorprendido en ningún momento que en los mismos ni ligeramente se tratase de cuanto se pudiese relacionar con el supuesto complot». Entonces, ¿qué sucedió? «Pues que la vida prosiguió su curso natural », afirma Moreno. Una impresión concordante con el contrainforme encargado en su día a la Benemérita: «Se ha podido apreciar que, efectivamente, en la proximidad de dicha necrópolis, transita mucha gente con diversos fines: durante el día en plan de paseo o merienda […] ya de noche, incluso se ven hombres o mujeres en plan inmoral». En cuanto a los militares, la Guardia Civil aconsejó una discreta vigilancia y su cambio de destino como método disuasorio. Reafirmado en sus convicciones, el capitán de la Benemérita definió a Benlo de «hombre poco apropiado por sus condiciones y temperamento para informes de esta índole, pues casi puede asegurarse padece monomanía policiaca y persecutoria».
UNA CONSPIRACIÓN EN TELA DE JUICIO
Mar 21, 2023
1 minuto
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