Cada uno de estos seis generales lideró y tuvo un papel destacado en distintos frentes de la guerra civil española, tanto en el bando republicano como en el franquista. Aunque sus ideologías y objetivos eran diferentes, todos ellos formaron parte de uno de los conflictos más importantes y sangrientos de la historia de España, y dejaron una huella significativa en el país.
VICENTE ROJO, LA NÉMESIS DE FRANCO
Fue la peor pesadilla de Franco en el campo de batalla, su némesis, el único hombre capaz de hacerle morder el polvo y el último bastión de la causa republicana, a la que entregó todo su oficio y empeño hasta el último aliento, o casi. Nacido en Fuente de la Higuera, provincia de Valencia, en 1894, en una familia sin demasiados recursos económicos, Vicente Rojo estaba predestinado a la vida castrense.
UNA BRILLANTE TRAYECTORIA
Hijo de un militar fallecido, ingresó en el Colegio de Huérfanos de Oficiales tras la muerte de su madre y luego, con 17 años, en la Academia de Infantería de Toledo, donde se graduó brillantemente como el número dos en una promoción de casi cuatrocientos alumnos. Inmediatamente puso rumbo a su primer destino: el norte de África. Veló sus primeras armas en la guerra colonial en Marruecos, sirviendo a las órdenes del teniente coronel Sanjurjo durante un año, aunque con escaso entusiasmo, ya receloso entonces de la atmósfera allí surgida alrededor de los africanistas, una cúpula militar con la que no se sentía en absoluto en sintonía. Después de un breve paso por Cataluña, Rojo, más interesado entonces en la formación que en la acción propiamente dicha, ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en calidad de profesor. Tras diez años ejerciendo la docencia, decidió trasladarse a Madrid y se inscribió en la Escuela Superior de Guerra para realizar el curso de Estado Mayor; esta vez se graduó como el primero de su promoción, acumulando méritos y prestigio en medio de un ambiente enrarecido y de confrontación máxima en el seno del Ejército —y