INTERNACIONAL /VENEZUELA
BOGOTÁ.- Nicolás Maduro, quien el pasado miércoles 8 cumplió una década como presidente de Venezuela, suele ufanarse de que, pese a todos los intentos de sus adversarios externos e internos para echarlo del cargo –un atentado con drones explosivos, una intentona golpista, una fallida invasión con mercenarios y sanciones económicas que aceleraron la debacle de la industria petrolera–, él se mantiene en el poder.
“Podemos decir que aquí estamos, enteros, de pie y victoriosos”, afirmó Maduro hace unos días. Y es verdad que ahí está, pero el costo que ha pagado la sociedad venezolana por ese hecho ha sido altísimo.
El dato que más ilustra el desastre son los 7.5 millones de venezolanos que han salido del país en estos años, la cuarta parte de la población. Y lo han hecho orillados por el naufragio nacional y por la quiebra económica de un régimen autárquico que controla todos los poderes del Estado y que está decidido a mantenerse en el poder a toda costa.
En la última década, bajo la presidencia de Maduro, la pobreza en Venezuela saltó de 48.4% a 81.5%, lo que significa que se incrementó 33.1 puntos porcentuales