En proceso de recuperación después de haber recibido cuatro balazos de elementos del Ejército Mexicano, uno de ellos dirigido a ejecutarlo, Luis Gerardo no duda en exigir justicia para los cinco amigos con los que departió la noche del sábado 25 y la madrugada del 26 de febrero en Nuevo Laredo, quienes murieron por las balas castrenses.
En n su declaración ante la agente del Ministerio Público de la Federación, en el hospital donde convalece, Luis Gerardo describe la brutalidad de los soldados del XVI Regimiento de Caballería Motorizada, que se desplazaban en cuatro vehículos 2418).