Ave de tempestades, Irma Serrano fue también sinónimo de escándalo y controversia. A lo largo de su carrera protagonizó infinidad de episodios que hoy engrandecen su leyenda, aunque algunos de ellos también evidenciaron la fragilidad de una mujer de la que muchos quisieron abusar.
Le desprendió la retina del ojo izquierdo a Gustavo Díaz Ordaz
Que el entonces presidente de México la tronara justo cuando le llevó serenata a la residencia oficial de Los Pinos desató tal furia en ella, que le propinó un cachetadón con dicha consecuencia. Su arrebato