Los Calbó, ilustre apellido andorrano hoy dueño del hotel y de parte de sus alrededores, adquirieron esta cabaña de montaña ni más ni menos que en 1630. “Era una borda, una casa para el ganado que ha estado en ruinas hasta hace ocho años”, nos relata ya en su interior Josep Areny, descendiente, propietario y presidente de todo el conglomerado familiar. Fue su esposa la que, con el objetivo de ampliar y potenciar el proyecto hotelero, tuvo la idea de rehabilitarla y convertirla en el hospedaje más deseado del principado. Y lo ha conseguido.
CON LOS ESQUÍS POR DELANTE
Feb 23, 2023
3 minutos
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