En su campaña para ganar la Jefatura de Gobierno en 2018, Claudia Sheinbaum prometió que atendería a los miles de damnificados que dejó el sismo del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México. Cinco años después y ya con la mira en la carrera presidencial, esa promesa no se ha cumplido: aún hay cientos de personas que no regresan a sus casas porque sus edificios no han sido terminados, carecen de proyecto aprobado y de empresa constructora asignada o, peor aún, ni siquiera se ha acabado de recoger el cascajo de lo que se derrumbó.
Durante todo ese tiempo, los dueños de los departamentos –entre ellos muchos adultos mayores– se ha visto obligados a vivir en casas de familiares o en inmuebles rentados con un apoyo gubernamental que no les alcanza para pagar ni la mitad del alquiler.
La tragedia no acaba ahí. El viernes 17 Sheinbaum Pardo confirmó que la Comisión para la Reconstrucción, que aún dirige Jabnely Maldonado, ya no se hará cargo de decenas de edificios que no han sido atendidos –muchos de ellos tenían departamentos de hasta 120 metros cuadrados– y que éstos pasarán al Instituto de Vivienda (Invi), el cual, por ley, sólo