Algunos creyeron que se trataba de un bombardeo antes de entender que se estaba moviendo la tierra. No imaginaron que en 30 segundos su vida cambiaría. Aún faltan las explicaciones científicas que permitan saber por qué el choque entre la placa continental de Capadocia y la de la península arábiga, con un temblor de 7.8 en la escala de Richter, provocara semejante destrucción.
Las consecuencias parecen ser más graves que las de los dos grandes sismos registrados en 1939 y en 1999. El sur de Turquía y el noroeste de Siria coinciden en esa franja, que en los últimos tiempos ha servido