Los relojes y los coches de lujo son grandes objetos de deseo. Por eso, no extraña la asociación de Rolex con el automovilismo de primer nivel. La marca suiza apoya competencias y fomenta la evolución de este deporte de alto rendimiento desde 1930.
Todo comenzó cuando el piloto estrella de la época, sir Malcolm Campbell, estableció nueve récords de velocidad en tierra con un Rolex en su muñeca. En 1935,