han competido muchísimos pilotos, pero son pocos los idolatrados por los aficionados. Y es muy difícil encontrar una fórmula para evaluar cuáles son los más queridos o admirados. Una de ellas es comprobar en cuánto se cotizan sus reliquias, ya sean coches, monos, cascos o fotos dedicadas. Y por lo que hemos visto, en reina Ayrton Senna, junto a Michael Schumacher y al tricampeón mundial Niki Lauda (1949-2019). Muy probablemente el austríaco no fue el más rápido del trío, pero su carisma, su frialdad, capacidad de análisis -le llamaban la calculadora humana- y su coraje -todos recordamos su vuelta a los circuitos solo 36 días después de su terrible accidente en Nürburgringle han convertido en un mito para millones de aficionados. Para ellos resulta imprescindible y clarificadora su autobiografía “To hell and back”, algo así como “Al infierno y vuelta”. Enzo Ferrari fichó a Niki en 1973 -los pormenores de aquella relación dan para un reportaje-, y ya en 1974 estuvo cerca de ganar. En 1975 fue campeón mundial, y el 1 de agosto de 1976 sufrió su grave accidente cuando iba líder del campeonato. En 1977 volvió a coronarse con Ferrari.
El 365 GT4 2+2 de Niki Lauda
Dec 29, 2022
2 minutos
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