"Lo hecho al horno es siempre más sano que lo frito".
NO NECESARIAMENTE.
Ambas formas de cocción pueden ser sanas siempre y cuando se utilicen adecuadamente.
favorece la conservación de los nutrientes. Esto se logra si se tiene en cuenta cómo se cocina: por ejemplo, al hacer milanesas, hay que considerar la cantidad de aceite con el que se las baña: si están prácticamente sumergidas en él, lo absorberán lentamente y se proveerán de grasas. Esto significa que comerlas de este modo o fritas es exactamente