MONTERREY, NL.- Apenas cumplió su primer año en el puesto y el gobernador Samuel García Sepúlveda, de Movimiento Ciudadano, ya está confrontado con el Congreso de Nuevo León, integrado mayoritariamente por priistas y panistas, por la elección del fiscal general.
La oposición impulsa para ese cargo a Adrián de la Garza, alcalde tricolor de Monterrey, exprocurador estatal y rival de García en la pasada campaña por la gubernatura. El gobernador es renuente, ya que además de señalarse a De la Garza como potencial “cogobemador”, éste acusó durante la campaña a García y su familia de tener tratos con narcotraficantes.
Esto derivó en conflictos más graves, como el inicio de juicios de procedencia contra el secretario general de Gobierno; terrorismo fiscal contra líderes de partidos; retención de recursos a alcaldes opositores, algunos de los cuales durante semanas padecieron penurias hasta para pagar las nóminas; y lo más grave: un diálogo cancelado que compromete la aprobación del presupuesto estatal de 2023.
En esta confrontación, en la que nadie quiere ceder, César Garza Villarreal, alcalde de Apodaca, quien era el interlocutor del PRI con el mandatario y presidente de la mesa de colaboración metropolitana, advirtió que ya no volverán a reunirse con el mandatario estatal porque se ha ensañado con los ediles albiazules y tricolores reteniéndoles recursos.