Hoy en día un reloj que se limite a contar pasos, medir las calorías quemadas y describirte la calidad del sueño no parece inteligente. Los últimos diseños son mucho más ambiciosos y te ayudan desde a contestar llamadas y gestionar tu lista de reproducción de Spotify hasta a controlar tu ritmo cardiaco y tus niveles de oxígeno en sangre.
El ritmo al que avanza esta tecnología tampoco muestra signos de desaceleración: se prevé que el mercado