Dos periodistas mexicanos que cubrieron la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 fueron testigos de cómo, antes de la votación, los entonces vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), Julio Grondona, y el secretario general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Eduardo Deluca, aseguraron que invariablemente Qatar sería elegido como sede mundialista “por la cantidad de dinero que estaba inyectando”.
Rosa Covarrubias, quien era reportera de MVS Radio, e Iván Pérez, editor en jefe de la sección de deportes del diario El Economista, se encontraban en el restaurante del hotel Michelangelo de Johannesburgo al mismo tiempo que un grupo de funcionarios de la plana mayor del organismo deportivo más importante del fútbol mundial, a quienes escucharon decir que las sedes de los mundiales de 2018 y 2022 se repartirían entre Rusia, Qatar y Estados Unidos, pese a que había al menos nueve países pujando por ese derecho.
La conversación, donde los dirigentes deportivos hablaron con el desenfado de quien no sabe que está siendo escuchado por un par de periodistas, tuvo lugar el 21 de junio de