GUADALAJARA, JAL.- A pesar de que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, reconoció a mediados de junio de 2020 que la Fiscalía General del Estado (FGE) estaba infiltrada por la delincuencia organizada, no hubo ninguna limpia: la alianza entre la autoridad y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) persiste, tal como revelan los documentos hackeados por el grupo Guacamaya a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Francisco Jiménez Reynoso y Anuar García, integrantes del Observatorio sobre Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara y de la organización SOS Capítulo Jalisco, respectivamente, reprochan la falta de investigación y depuración que debió realizar Alfaro.
En tanto, la información difundida por Guacamaya Leaks apunta a que, desde los primeros días del gobierno de Alfaro, líderes del CJNG, como Armando Gómez Núñez, se reunieron con funcionarios de su gobierno, entre ellos el jefe de gabinete Hugo Luna Vásquez, supuesto “enlace” para favorecer a dicho grupo delincuencial, según informes del Centro Nacional de Inteligencia.
En testimonios ofrecidos a desde el anonimato por razones de seguridad, policías estatales y de la FGE recuerdan que con la llegada de Macedonio Tamez Guajardo como encargado de la coordinación general Estratégica de Seguridad de Jalisco