«El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman»
Carl Jung
La belleza marcando el destino
Es común en los mitos griegos que la belleza de los personajes femeninos sea fuente de problemas con las divinidades. En este mito, la belleza de Psique y la envidia de Afrodita determinan la historia. El amor la resuelve, pero después de muchas peripecias.
Según la Psique era la menor y más hermosa de tres hermanas hijas de un rey de Anatolia. Todo el mundo admiraba su belleza, pero nadie osaba desposarla. Afrodita, celosa, o más bien envidiosa de Psique, envió a su hijo Eros para que le lanzara una flecha que la haría enamorarse del hombre más horrible y ruin que encontrase. Sin embargo, Eros se enamoró de ella y lanzó la flecha al mar. Los padres, queriéndola proteger del oráculo, la llevaron a lo alto de un monte. Psique se durmió y Céfiro –el viento– la llevó hasta el palacio de Eros.