“El empocleramiento nace de la mujer, pero la empresa tiene que acompañar”
JOSEFINA HERNÁNDEZ GAZCÓN, de American Tower, comparte su experiencia para alcanzar la tan añorada igualdad dentro de las compañías.
“La estructura de igualdad dentro de una organización es un conjunto de principios, derechos y responsabilidades que tienen que ser equiparables para hombres y mujeres, y que logre el éxito profesional y personal de cada uno. El pilar fundamental para desarrollar esta cultura es promover la inteligencia colectiva dentro de las compañías”, asegura Josefina Hernández Gazcón, directora de Legales, Negocios, CAS y Asuntos Públicos de American Tower para Argentina, Paraguay y Chile, compañía que proporciona la infraestructura inalámbrica necesaria para un mundo conectado en exteriores, interiores y ubicaciones urbanas y rurales.
La cultura de igualdad incluye la participación de los varones, un diálogo entre todos…
Totalmente. La compañía lanzó hace poco WAATCH, un programa de impulso para atraer, retener y desarrollar a las mujeres, donde participan los hombres de la compañía. Se los invita porque llegó la hora de la inteligencia colectiva. El empoderamiento nace de la mujer, pero es importante que la compañía, tus jefes y tus reportes hombres te acompañen. Es una conversación de inteligencia en pos del crecimiento de todos.
¿Hubo que explicar esto?
Sí, pero no fue tan difícil. Los hombres se mostraron curiosos. Se dieron todas esas conversaciones más profundas necesarias para ver qué tenemos que hacer todos para que las mujeres tengan un rol cada vez más protagonista.
¿La mujer tiene que llegar ya empoderada a la compañía?
Un poco sí. La educación es clave, es muy difícil que le pidas a una mujer que no tiene ningún tipo de herramienta que acceda a una determinada empresa y crezca. Todos, como padres, educadores, tíos, abuelos, deberían preocuparse por la crianza desde chicos. ¿Le das igualdad de condiciones de juegos o la circunscribís a un determinado rol? Sigue con la orientación vocacional para carreras STEM. Hay que trabajarlo desde chicas; y después la compañía tiene un rol muy protagonista.
¿Hay momentos clave para acompañar a la mujer?
Sí. La maternidad claramente es uno, porque la mujer se siente en falta si le dedica menos tiempo a su familia, y ahí es clave la contención y el rol de la pareja. Hay muchos factores que tienen que ver con por qué el camino de la mujer es diferente. La mujer siente que tiene que demostrar más para lograr determinado puesto, hay un exceso de perfeccionismo que juega en contra, no se permite cometer errores. Después, hay falta de referentes mujeres como para sentirse inspiradas. Las líderes debemos ayudar a las mujeres a que superen las adversidades.
Y va de la mano con habilidades o condiciones que el mercado laboral hoy demanda, como aprender del error…
A un reporte (mujer u hombre) que tenga un exceso de presión sobre sí mismo porque no se permite cometer errores le tenés que dar un colchón de contención. Tenemos que aprender de ellos, no tratar de evitar que ocurran.
¿Por qué una empresa tiene que trabajar la igualdad?
No hay vuelta atrás, es la evolución. Para que todos seamos una mejor sociedad, más integrada, más colectiva. PwC dice en una encuesta que, si las mujeres se integrasen al mundo tecnológico, se incrementaría en US$ 6 billones el PBI de los países.
“Invertir en niñas y mujeres es un excelente negocio”
Para MARÍA PAULA CARDONA, directora Regional de Comunicación de Philip Morris International, como las mujeres reinvierten el 90% de sus salarios en las familias, “eso redunda en reactivación económica”.
La brecha digital es un tema aún no resuelto que sigue más que nunca en la agenda. “Si bien pasamos del 25% en 2015 al 15% en la actualidad en Latinoamérica, la región tiene 65 millones de mujeres sin ninguna clase de acceso a Internet y, de esas, 35 millones ni siquiera tienen acceso a través de un aparato móvil”, asegura María Paula Cardona, directora regional de Comunicación de Philip Morris International. Según la ejecutiva, hay tres motivos para esta brecha digital: el acceso a la tecnología, los temas económicos, y seguridad y educación. “Hay una segunda brecha y es que quizá las mujeres no necesariamente sabemos usar la tecnología una vez que tenemos acceso. Es un círculo vicioso”, añade la ejecutiva. La clave, entonces, está en la educación.
“Latinoamérica no termina de entender que invertir en las niñas y las mujeres es un excelente negocio. Es lo correcto, pero además de todo es un negocio, porque las mujeres invertimos el 90% de nuestro salario de regreso a nuestras familias. Eso se refleja en una activación económica”, explica Cardona. Es que las mujeres representan el 50,9% de la fuerza laboral en la región, aunque el 41%
