Con cambios em su configuración y ocupando nuevos espacios del aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, la mayor feria de aviación de negocios de América Latina atrajo a mucha gente dispuesta a comprar aviones y ratificó el buen momento del mercado. Ya en el primer día, el entusiasmo indistinguible de algunos de los principales expositores revelaba un clima diferente de Labace, marcado por una mezcla de optimismo por la recuperación acelerada de la demanda de operadores de jets, turbohélices y helicópteros y la satisfacción de encontrar personalmente clientes y proveedores después de tres años desde la última edición del evento, que había sucedido en 2019, cuando el país todavía sufría con los efectos de un largo período recesivo.
Si el clima, en el sentido figurado, era el mejor posible, en su acepción literal, casi lo echa todo a perder. En la tarde del día de apertura, fuertes vientos causaron estragos en diversos stands y obligaron a los organizadores a evacuar la feria. Las acometidas de aviones en aproximación a Congonhas fueron el presagio de los problemas en suelo. En el incidente más grave, una estructura golpeó los aviones Falcon en exposición e hirió ligeramente a un ejecutivo de Dassault, lo que llevó a la prohibición del stand.
Las expectativas más catastróficas no se confirmaron y, el segundo día, sin vientos, la feria tuvo seguimiento. Ni la lluvia intermitente, ni el frío congelante, ahuyentaron a los visitantes, que volvieron en peso. Al final, el sol salió y, a excepción de problemas de acreditación, que causaron colas considerables, la feria continuó sin mayores contratiempos y con cierta euforia en torno a los giros positivos determinados por las transformaciones de mercado durante la pandemia. Según los organizadores, más de 13.800 personas pasaron por el área de exposiciones donde estaban 80 expositores, 93 marcas y 40 aviones.
OPTIMISMO
Con el stand cerrado en los dos últimos días de Labace, Dassault Falcon Jet terminó siendo la principal víctima de los vientos. Pero a pesar de los problemas, el fabricante francés celebra los buenos resultados del mercado y asegura haber recibido muchos compradores potenciales en el primer día, antes del incidente. “Somos optimistas con Brasil. Recibimos en Labace un número impresionante de potenciales compradores,