Sus orígenes se remontan a los años 30 en Finlandia, si bien fue a finales de los años 1990, cuando el fabricante de bastones de esquí Exel, junto con expertos en esquí de fondo, entre ellos Marko Kantaneva, desarrollan una técnica y unos bastones específicos para caminar. Es el nacimiento de la marcha nórdica tal como la conocemos hoy.
Es un ejercicio físico accesible para todo tipo de personas. Se puede practicar con más o menos intensidad y supone el gasto energético de unas 400 calorías