n el principio fue la cólera. La primera palabra escrita de nuestra civilización, el principio fundante sobre el que reposa todo el desarrollo de nuestro relato fundacional, es «cólera». En griego antiguo; «menis». Homero en la la escoge con cuidado. Podía haber optado por «orge» (ira, furor) pero opta por «menis», que implica una cólera maníaca, una cólera criminal que se engendra en el hondo malestar, en la melancolía severa, en el resentimiento. En la la Guerra de Troya es el escenario consecuente, la derivada que permite ser abordada desde una premisa argumental; un ser humano (Aquiles) siente cólera. La «no va» sobre la Guerra de Troya, va sobre nuestro fundamento, va sobre la conflictividad ontológica que por boca de Tersites en como; «Todo el pretexto es una puta y un cabrón». Pero el conflicto que relata Homero no es ese, el conflicto es el propio darse humano al ser como conflictivo. La acción de Paris al caer prendado de Helena (la «puta») y sustraérsela a Menelao (el «cabrón») arrancó mucho antes y por mediación de Eris, de la discordia, siempre preñada del conflicto. No, para los humanos en el principio no fue el verbo, quizá para Dios sí si hemos de creer a Juan en su Evangelio, pero para los humanos no fue el «logos», fue la cólera. Sin
La erradicación del conflicto
Aug 24, 2022
4 minutos
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