LA CAPTURA DEL EXFISCAL WINCKLER, UN ACTO DE REVANCHISMO POLÍTICO
X ALAPA, VER.- La suerte del exfiscal de Veracruz Jorge Winckler Ortiz estaba echada desde la llegada de Morena al poder.
Su cargo significaba el último reducto político de los panistas y el enlace directo con el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien al calor de las elecciones en la entidad -que ganó Morena- se había enfrentado con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El hijo del exmandatario, Miguel Ángel Yunes Márquez, había perdido la gubernatura frente a Cuitláhuac García Jiménez, quien muchos meses antes de ser electo había sellado el destino de Winckler: “Es un inepto, voy a pedir que le hagan juicio político”, declaró en mayo de 2018 en un desayuno con candidatos.
Cuando Yunes Linares ganó la gubernatura de Veracruz (2017-2018), impulsó a Winckler -su amigo y abogado personalcomo fiscal de Veracruz. El Congreso estatal lo nombró en el encargo por nueve años (2016-2024); apenas alcanzó a cumplir dos años en el puesto.
La llegada de Winckler interrumpió el periodo de otro fiscal, Luis Ángel Bravo Contaras, alfil del priista Javier Duarte, quien gobernó entre 2010 y 2016. Bravo también fue nombrado por nueve años (2015-2024), pero en 2016 renunció y entregó la fiscalía a los panistas.
Dos años después, fue detenido por desaparición forzada.
Cuitláhuac García no tenía ni un mes en el gobierno
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