Resulta difícil imaginar que una partida de ajedrez pueda dar pie a un thriller trepidante. Posiblemente no haya un deporte más reposado, formal y exquisito que este centenario juego de piezas sobre un damero blanquinegro. Sin embargo, hay un duelo histórico real que ha dado pie no a una sino a varias películas repletas de espías, poderes extrasensoriales, artimañas y geopolítica al más alto nivel. Se trata del enfrentamiento por el título mundial de ajedrez celebrado entre julio y octubre de 1978 en la localidad filipina de Baguió. A ambos lados de la mesa se sentaron el joven maestro de 27 años Anatoli Kárpov contra el disidente soviético Víktor Korchnói, veinte años mayor que su adversario.
Lo ocurrido en aquellas tensas jornadas ha pasado a la gran pantalla en la reciente película de Alekséi Sidorov, exhibida en la última edición del . Anteriormente, otras recreaciones cinematográficas inspiradas en esa liza fueron , Óscar a la mejor película extranjera de 1984, y el musical representado en Londres y Nueva York con gran aceptación popular. Cuenta un testigo directo de aquella final, el maestro británico Michael Stean, que asistió a «una experiencia surrealista. El torneo por el campeonato del mundo más desconcertante y sucio de la historia del ajedrez». Algunas de las acusaciones vertidas en