"Quiero que mis hijos tengan conciencia social"
sta hija de aragonesa y libanés es doctora en relaciones internacionales. Madre. Exsecretaria de Estado de Migraciones. En la actualidad, Hana es la número uno por el Partido Socialista en la Asamblea de Madrid. Con ella hay que mojarse, por eso hemos venido a CentroCentro. Tercera planta. La entrada a esta exposición es gratuita. No hay excusas. Por Sí, ¡siempre! Y también mientras friego, que es algo que hago mucho porque me gusta y me ayuda a pensar. Además, mi padre tenía un huerto y para nosotros el agua siempre ha sido un recurso que había que cuidar. El agua es una forma de vivir. Siempre me ha gustado la política porque mi padre fundó un partido en el Líbano y he viajado mucho con él. Desde pequeña le acompañaba en sus viajes y me sentaba a su lado en las reuniones. Aunque habría querido que estudiase medicina como él, a mí me gustaban aquellos viajes y relacionarme con la gente. Las dos cosas. Me encanta el trabajo social, estar con la gente en la calle. Especialmente, con la gente mayor, ¡hay tanto que aprender de ellos! Y me llevo a mis hijos. Quiero que tengan conciencia social. En aquel momento era Secretaria de Estado de Migraciones. Pero cuando te ofrecen este tipo de cosas no lo puedes pensar, hay que hacerlo por la lealtad al partido y al proyecto. Eso está siempre por encima de los planes personales. Hay que ser agradecido cuando piensan en ti; y humilde en la vida en general. Dejar preparado el Reglamento de Extranjería. También gestionamos una crisis de 23 000 migrantes en tiempos de pandemia y trajimos a España la Agencia de Asilo (EASO), que nos ayudará a trabajar en los estándares de acogida a nivel de la Unión Europea. No, pero me encanta cuidarme, maquillarme y salir arreglada. Eso lo he heredado de mi madre. Aunque yo cambio mucho de estilo, lo que más me cuesta es el pelo. Lo tengo rizado y me peino fatal. Tengo nariz semita, me contesta. Y añade la tradicional respuesta árabe a mi cumplido: "A3yunik al-hellwin", que significa "son tus ojos los bonitos". Es que el árabe es la lengua de los complementos, siempre tiene una respuesta de cortesía.
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