GRANADA 1492
La batalla de Las Navas de Tolosa en 1212 abrió el valle del Guadalquivir para los reyes castellanos, que fueron conquistando las taifas andalusíes una a una cual fichas de dominó. El pacto de 1246 entre Fernando III el Santo y Muhammad ibn Nasr fijó los límites del reino de Granada y convirtió a sus emires en vasallos castellanos. El proyecto del final de la Reconquista quedó sellado en la conciencia política de los reyes cristianos.
1453: LA CAÍDA DE CONSTANTINOPLA, PUNTO DE PARTIDA
La toma de Constantinopla por los otomanos fue un duro golpe para la cristiandad, pero tuvo dos consecuencias muy importantes para la historia de la humanidad. Primero, supuso la búsqueda de nuevas rutas comerciales por el Atlántico, hecho que culminó con el descubrimiento de Amé- rica. En segundo lugar, inició el proceso final de Reconquista, que había quedado en stand by en el siglo XV a causa de los conflictos internos de la Corona de Castilla. Ante el avance turco en los Balcanes y el Mediterráneo, los Reyes Católicos se convirtieron en garantes del Occidente cristiano. Su victoria se celebró en toda la cristiandad, desde la Inglaterra de Enrique VIII a la Roma de Inocencio VIII.
LA JUSTIFICACIÓN IDEOLÓGICA
Isabel y Fernando se tomaron el final de la en el otro confín de Europa. La Cruzada (concedida mediante una bula por el papa Sixto IV), el mesianismo (eran los elegidos para culminar la Reconquista) y el providencialismo (la victoria por la gracia de Dios) fueron ideales que se pusieron al servicio de los Reyes Católicos para unir a sus súbditos por un fin común. Nos dejó escrito el secretario real, Hernando del Pulgar, que para Fernando el Católico “todos los moros españoles eran extranjeros” y que creía que su presencia en España desde principios del siglo VIII era “tiránica”. Ideología esta que evolucionó en función de la Reconquista y repoblación del reino nazarí.
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