CUANDO AZAÑA EVITÓ EL ‘PASEÍLLO’ DE JOSÉ ANTONIO

a muerte de José Antonio Primo de Rivera provocó dos reacciones bien diferenciadas. A personajes como Francisco Franco les permitió descansar como no lo habían hecho desde el: “No quiero fusilar a nadie. Cuando Ángel Ossorio supo, porque yo se lo conté, mi intervención personal para liberar a Primo de Rivera del asesinato que iban a perpetrar algunos fanáticos de Alicante, se quedó callado. ‘¿Cómo?, ¿le parece que he hecho mal?, ¿me he excedido?’. ‘No sé, no sé…’. ¿Resultará que ha sido una pifia?…”.