EL PODER DEL COLOR
tiene una historia de resiliencia: creció en Hungría durante el comunismo y, a los 10 años, emigró a Israel con su familia. El siguiente paso fue Estados Unidos, donde crecieron en el negocio manufacturero. Deseosa de forjar su propio camino, se mudó de Nueva York a Los Ángeles para trabajar con su cuñado en OPI, abreviación de “Odontorium Products Inc.”. Es que OPI, la reconocida marca de cuidado de las uñas, nació como una empresa proveedora de insumos dentales. La oportunidad surgió cuando detectaron que había muchos técnicos de uñas comprando acrílico dental para las uñas postizas. Y, en lugar de desestimar esa clientela nueva y distinta, decidieron crear productos pensados específicamente para ellos.
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