LA ANTÁRTIDA SE PONE VERDE
Si tuviéramos que definir a la Antártida con un color, no hay duda de que sería el blanco. El continente helado, con sus interminables planicies, montañas e imponentes icebergs está en nuestro imaginario como un lugar níveo. Pero lo cierto es que algunas regiones están tiñéndose con cierta intensidad de otro tono, el verde, debido a un aumento de la vegetación asociada al incremento de las temperaturas en todo el planeta. Es un fenómeno que en inglés se conoce como greening y que los científicos llevan vigilando décadas. Cada año hay más territorio vegetal donde antes había hielo u otro sustrato. La Antártida ahora es más verde que lo que era al final del siglo pasado”, explica Enrique Isla, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, en Barcelona. Este experto ha participado en un estudio publicado en la revista Biological Reviews donde se analiza esta cara menos conocida de la Antártida.
Los investigadores han revisado cientos de artículos y han concluido que es muy probable que las aguas de esa región austral se vuelvan más cálidas debido al cambio climático, lo que a su vez aumenta la probabilidad de que especies de plantas y animales propias de regiones menos frías migren a la Antártida. En los próximos decenios, los científicos esperan un reverdecimiento más intenso en las zonas costeras libres de hielo durante el verano
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