007 Goldeneye
Empecemos por lo positivo: en Goldeneye se recuperó el verdadero espíritu de la saga cinematográfica de James Bond antes de que los experimentos aplicados en 007: licencia para matar desposeyeran al personaje y a su universo de ficción de buena parte de los recursos que lo habían convertido en uno de los iconos de la cultura popular más rentables del siglo XX.
La secuencia de prólogo de la película era muy prometedora de un retorno a esas claves características del personaje y una buena presentación de Pierce Brosnan en la piel del agente, con una sucesión de chistes verbales en pleno despliegue de intriga y acción, empezando por su primera frase en pantalla, cabeza abajo en un retrete:
