Un dolor de cabeza para Slim
Para la Fundación Slim, participar en la inversión de mil millones de dólares –anunciada por el gobierno mexicano en agosto pasado para envasar en México la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca– se ha convertido en un tema incómodo ante los retrasos en los que incurrió el laboratorio mexicano Liomont, los problemas legales que enfrenta en Argentina y la administración, bajo presión, de los lotes por parte del gobierno mexicano, que da prioridad a los donativos y préstamos.
En la Fundación Slim, la instrucción para los directivos es no hablar de los resultados de la inversión de riesgo que anunciaron el año pasado para la producción y envasado de la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
“Sin comentarios”, responden a la pregunta sobre los mecanismos de salida para la inversión que realizaron o sobre los tiempos de desinversión en el proyecto que preveía la fabricación de 200 millones de dosis a un ritmo de entre cuatro y seis lotes por semana.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos