COMIDA Y ESTADOS DE ÁNIMO
El pensamiento positivo ayuda a que actuemos de un modo positivo. Si programamos la mente para que disfrute de los productos integrales, el propio cuerpo seguirá el mismo ejemplo. Una buena nutrición natural, de tipo naturista-vegetariano, aporta altos beneficios energéticos y mejora la calidad de vida de todos.
Con ella es fácil reducir el sobrepeso también, de forma mucho más razonable y segura. Además ayuda a poner en marcha los pensamientos positivos que conducen a la eliminación del estrés y la ansiedad del hambre. Y redunda también en un mayor bienestar y salud porque, al ser rica en antioxidantes, ayuda a combatir los radicales libres y los procesos oxidativos que tanto envejecen.
REGLAS DE ORO PARA UNA ALIMENTACIÓN INTELIGENTE
Las personas que ponen en práctica estas reglas de oro se sienten enseguida más seguras con su nutrición. Requieren un poco de disciplina, pero basta con ser constante con las acciones positivas y éstas acabarán siendo tan naturales para ti como respirar. Controlar tanto los propios pensamientos como tus preferencias alimentarias te lleva a una coherencia nutricional y a vivir más y mejor, como afirmaba el profesor José Castro, naturópata pionero en una línea similar a la de los profesores N. Capo y J.E. Dulín.
Estas reglas se basan en el programa del médico y cirujano californiano Barnet Meltzer, pionero en medicina preventiva y especializado en temas de alimentación y emociones. Meltzer ha ayudado a miles de personas a gozar y mantener una mayor vitalidad y vigor con sus propuestas de estilos de vida, de tipo naturista-vegetariano
Presentamos pues los principios básicos para comer cada día de forma inteligente. Si os resultan farragosos de memorizar, hay un truco: copiarlos en un papel y llevarlos en la cartera, en la puerta de la nevera, o envíatelos a tu correo electrónico.
La mejor manera de lograr esta nutrición de máxima eficacia es reafirmar sistemáticamente todas las decisiones dietéticas hasta que se conviertan en un hábito que pase a formar parte de tu estilo de vida. A medida que vamos descubriendo viejos comportamientos negativos más o menos enraizados es mucho más fácil abandonarlos.
Hay unos puntos básicos al definir tus hábitos alimentarios:
• Qué comes.
• Cuándo comes.
• Cuánto comes.
• La velocidad a la que comes.
• Tu actitud ante la comida.
• Tu postura mientras comes.
• Tu grado de relajación mientras comes.
EL HAMBRE EMOCIONAL
El objetivo de comer es sencillo: obtener los nutrientes necesarios para alimentar nuestros sistemas biológicos, eso es todo. Sin embargo, a lo largo de los años la comida ha adoptado todo tipo de objetivos secundarios. Comemos determinados alimentos en función de nuestra herencia genética o bien para celebrar ciertas situaciones. Por ejemplo, de niños empezamos a asociar pastel con cumpleaños desde la primera vez que acudimos a una fiesta. Sin embargo, la razón de que comamos incorrectamente es mucho más destructiva y contraproducente: llenar un vacío emocional. Utilizamos la comida para levantar nuestro estado de ánimo.
Probablemente, el hambre emocional sea el mayor obstáculo en el camino hacia una nutrición natural de máxima eficacia.
Aunque todo el mundo sabe que la alimentación saludable es mucho mejor que la comida rápida, muchas personas se siguen sintiendo atraídas por un bistec, un pastel o la comida precocinada. Esto se debe a las distracciones emocionales que acompañan al estrés: cuando estamos ansiosos, deprimidos o bajo presión, nuestro nivel de satisfacción se ve amenazado. En vez de hacer frente a la situación, sentimos la irresistible necesidad de tomar comida rápida y aunque sabemos que este falso consuelo tiene consecuencias negativas, nuestras necesidades emocionales anulan toda lógica.
EJEMPLOS
Cuando Rafa se siente más o menos frustrado al terminar el día, cree que se merece una cerveza y
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos