Podría cenar todas las noches en cualquiera de los 22 restaurantes con estrella Michelin que hay en Madrid –donde está radicado–, pero Jorge López (30) prefiere comer en La Guatona, el puesto de comida chilena que hay en el Mercado de Lavapiés. También podría andar en un auto último modelo, pero es común verlo pasear por la Gran Vía en una BiciMad, las bicicletas públicas de la ciudad. Y es que a pesar del dinero, la fama y el reconocimiento masivo, intenta llevar una vida normal. Casi como la que tenía cuando creció en Llay-Llay, en la Quinta Región de Chile.
Pero la de Jorge no es la típica historia del niño que soñaba con ser actor. De chico quiso ser bailarín del Bafona (Ballet Folclórico Nacional) y en cuanto terminó el colegio hizo de Disney Channel, con la que comenzó a ser conocido internacionalmente. Hoy, desde la capital española, donde disfruta de lo que dejó su papel como Valerio Montesinos en , la serie española de Netflix, sigue cerrando contratos. Hace unos días viajó a Chile para reencontrarse con los suyos.