ESPAÑA TIERRA DE GRIALES
En el siglo XII se generalizaron en la Europa cristiana una serie de cautivadoras narraciones que vinculaban el Grial con el ciclo artúrico. Chrétien de Troyes, un prestigioso poeta francés, autor de El libro de Perceval o El cuento del Grial, se convirtió en el auténtico introductor de la historia sobre la búsqueda de la reliquia por parte de los caballeros de la Mesa Redonda. En su obra se narran las andanzas de un extraño caballero llamado Perceval, uno de los más destacados de la corte artúrica, cuyo episodio principal tiene lugar cuando, en una de sus muchas aventuras, llega a una especie de castillo mágico siguiendo las indicaciones que le habían proporcionado dos humildes pescadores. Según El cuento del Grial, cuando Perceval entra en el castillo queda asombrado al observar al anfitrión, que era uno de los hombres que generosamente le habían guiado hasta el que resultó ser su propio hogar.
Allí, su anfitrión le agasaja con una fastuosa cena, durante la cual desfilan unos pajes que llevan candelabros de oro y una lanza con una punta de hierro de la que mana una brillante gota de sangre. Casi al mismo tiempo entra en escena una bella doncella sosteniendo entre sus manos un Grial de oro en forma de plato, más ancho que profundo, y refinadamente adornado con fabulosas piedras preciosas, cuyo brillo hace palidecer la luz de todos los lirios presentes en la sala. A pesar de saber muy bien qué es lo que está contemplado en este castillo del Rey Pescador, la prudencia de Perceval hace que se abstenga de formular las preguntas que habrían servido para desentrañar el misterio del Santo Grial: ¿Cuál era el motivo por el que sangraba la lanza? ¿A quién servía el Grial? Gran error, porque su intento de no parecer indiscreto le salió muy caro. Al día siguiente, cuando se despierta, observa que el castillo y sus moradores han desaparecido, perdiéndose para siempre el secreto de la reliquia.
