‘30 monedas’ APOTEOSIS SATÁNICA
“LAS RELIGIONES TIENEN UNA LITURGIA QUE ME VUELVE LOCO, ENRAIZADA EN UN PENSAMIENTO PRIMITIVO MUY ATRACTIVO NARRATIVAMENTE”.
Álex de la Iglesia, director y guionista.
Érase una vez un pueblo (Pedraza, Segovia) en el que nunca pasaba nada. Con sus chismes de taberna, sus secretos, sus funcionarios, su alcalde babieca (Miguel Ángel Silvestre), su mujer mandamás (Macarena Gómez), su veterinaria resuelta (Megan Montaner), su guardia civil pancho (Pepón Nieto). Todo más o menos normal. Hasta que el parto asistido de una vaca en un establo industrial ante unos cuantos lugareños desata los demonios: muertes, desapariciones, posesiones diabólicas. Un poco antes hemos asistido a un tiroteo propio de un Bond en un banco suizo. Y entre medias nos hemos ido a cámara lenta, y bajo la batuta de Roque Baños y la orquesta de Bratislava, hasta el Monte de los Olivos y la crucifixión de Jesucristo por la que Judas Iscariote cobró las 30 monedas del título. Unos créditosníveo de un complot internacional en el que se habla italiano, inglés, francés, árabe, y en cuyo eje hay un cura (Eduard Fernández), el padre Vergara, ¿les suena?, desengañado y de pasado turbio, abocado a su pesar a una batalla sin límites por el control de una reliquia de incalculable poder que completa el botín por el que Judas traicionó a Jesús de Nazaret.
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