LOS FÍSICOS MÍSTICOS QUE CAMBIARON LA CIENCIA
La mecánica cuántica presenta un doble rostro. De un lado, constituye un complejo campo científico que, casi desde sus albores, revolucionó el conocimiento de la materia. Descubrió fenómenos subatómicos insólitos capaces de hacer temblar las leyes físicas comúnmente aceptadas. Y es que aquel microcosmos de partículas no se parecía a nada contemplado hasta la fecha. Resultaba descaradamente contraintuitivo, incompatible con nuestro raciocinio. Ni siquiera una mente tan privilegiada como la de Einstein pudo evitar los quebraderos de cabeza provocados por semejantes hallazgos.
Pero, a esa cara desconcertante del mundo cuántico, desde hace unas décadas, le acompaña una segunda faceta más popular. Una versión superventas, desprovista de intrincados cálculos y sesudas fórmulas matemáticas, que ha recalado con fuerza dentro del variopinto mosaico de creencias y prácticas sobrenaturales de la Nueva Era. Así nació una suerte de «religiosidad cuántica», transmitida a la opinión pública mediante numerosos ensayos best-sellers como el pionero Tao de la Física, rubricado por Fritjof Capra.
Hoy día, buena parte de la comunidad científica abomina de estas interpretaciones metafísicas o espirituales. Opina que se han tratado con demasiada ligereza y distorsionado nociones de física teórica sumamente complejas, extrayendo consecuencias que la evidencia experimental no respalda. Por ejemplo, abundan quienes esgrimen la mecánica cuántica para sanar, reclamar la ayuda del Universo, demostrar la existencia de vida después de la muerte, la presencia en nuestro planeta de seres de otras dimensiones procedentes de universos paralelos o toda clase de poderes paranormales atesorados en la mente.
No obstante, conviene recordar que, curiosamente, fueron destacados físicos los impulsores iniciales de esas controvertidas especulaciones. Sin ir más lejos, el propio Fritjof Capra se doctoró en física teórica en la Universidad de Viena para incorporarse después a diferentes equipos de investigación avanzada en física de partículas de la Universidad de París, la Universidad de California, el Imperial College de Londres o el Laboratorio Lawrence Berkeley.
UNA REALIDAD EXTRAORDINARIA
¿Cómo se espiritualizó la mecánica cuántica? ¿Por qué un grupo de los más preparados investigadores materialistas acudieron a la filosofía oriental, la parapsicología e incluso el espiritismo para intentar dar sentido al galimatías subatómico que afloraba ante sus ojos? La respuesta yace en una página reciente de la historia de la ciencia muy poco conocida.
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