LA GRACIOSA TERRITORIO DEL MISTERIO
Fue en el verano de 2018 cuando La Graciosa recibió oficialmente la consideración de «octava isla canaria habitada», cumpliéndose con ello un viejo anhelo de sus habitantes y resolviendo la puja que en la cultura popular canaria han mantenido durante siglos territorios como Venezuela o a la legendaria isla de San Borondón, por ser consideradas simbólicamente como la octava ínsula del archipiélago. Sus 29 km2 de superficie forman parte de la isla Lanzarote, y administrativamente la pequeña isla depende del bello municipio de Teguise, contando con una población que ronda los 750 gracioseros y una media anual de 25.000 visitantes. Apenas un kilómetro de brazo de mar, conocido como El Río, la separan de la costa insular lanzaroteña.
Sorprende comprobar lo poco conocido que resultaba este islote fuera de Canarias –integrado también con la consideración de Parque Natural en el llamado Archipiélago Chinijo, junto a Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste– antes del confinamiento por COVID-19 de la pasada primavera. Fue entonces cuando su popularidad se disparó como nunca antes por su condición de burbuja libre de coronavirus, despertando el interés por conocerla de cientos de miles de personas. Al hacerlo, la primera de las sorpresas que
