Renovación en Morena Se exacerba la batalla campal
Con el respaldo de un aparato político, económico y parlamentario cimentado en la Asociación Nacional de Legisladores por la Cuarta Transformación, que creó con el senador Ricardo Monreal y por consejo del exsubsecretario de Gobernación Ricardo Peralta, Mario Delgado se da ya como ganador de la presidencia de Morena con el impulso, también, del canciller Marcelo Ebrard.
Pero de inmediato Delgado niega que el respaldo de Ebrard y Monreal, aspirantes presidenciales, implique la subordinación a ambos: “¡Yo no le pertenezco a nadie! Mi jefe político es Andrés Manuel López Obrador y respondo con resultados por mi trabajo”.
Y por eso anticipa que, ante López Obrador, no habrá ninguna distancia. “Un buen dirigente debe escuchar siempre al presidente de la República”.
–¿Hasta el punto de decirle siempre, “sí, señor”?
–Compartimos el mismo proyecto. Morena debe estar al lado del presidente sin titubeos, defendiendo el proyecto alternativo de nación y combatiendo a la derecha. El presidente gobierna con la plataforma de Morena, que es el partido en el gobierno, y no debe haber, como sugieren algunos, alguna separación.
Eso sí, subraya, más que pensar en la candidatura presidencial de 2024, el objetivo inmediato de Morena debe ser retener la mayoría en la Cámara de Diputados –con legisladores que van por la reelección– para evitar un retroceso ante la derecha.
“Los militantes y simpatizantes deben tener claridad: lo más
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