EL VIAJE DE UN HÉROE
TLA PRIMERA VEZ que vi a Aubrey Marcus no le reconocí. Puede que a muchos de vosotros eso no os extrañe, porque hasta ahora mismo no habíais oído hablar de él. Pero seguro que eso cambiará pronto. Marcus es el nuevo gurú del fitness y del bienestar personal, y el fundador de Onnit, un imperio que vende suplementos cognitivos y entrenamientos de fuerza, aderezados con gotas de misticismo. Para unos es un visionario. Para otros, un charlatán. Compartimos un día con él en Austin (Texas, EEUU), para que saquéis vuestras propias conclusiones.
Gracias a la amplia documentación que ofrece Instagram sobre la vida de Marcus, sabemos que su musculatura no surge de la nada y que es fruto de los entrenamientos constantes. Para él, el día perfecto empieza con un poco de sol. Por eso su piel tiene un tono dorado envidiable y, además, está llena de tatuajes de motivos indígenas. Podría ser perfectamente el hermano joven de Tom Hardy. La misión de Marcus es “ayudar a la mayor cantidad de gente posible” a mejorar su forma física, y para demostrar que sabe de que está hablando, suele ir sin camiseta. Y es por eso que cuando Marcus llega al lugar en el que hemos quedado citados, vestido con una americana y una camisa ancha de estampado floral en blanco y negro, no le reconozco.
La llegada de Marcus se ve enmarcada por los susurros de emoción de los trabajadores de Onnit, que van todos bien trajeados y lucen una imagen física realmente impecable. “¡Ha llegado Aubrey!”, se dicen unos a otros, visiblemente ilusionados. El grupo, compuesto en su mayoría por hombres, todos ellos muy atléticos, es su tribu. Muchos se toparon con Marcus cuando estaban buscando sentido a la vida, explorando una manera sana de intentar ser mejores. Si no estuvieran con Marcus, seguramente podrías encontrarlos entrenando en un box de crossfit o siendo los más intensos de la sala en una clase de soulcycle. Todos son atletas consumados.
Uno de ellos es Ian Desmond, quien trabajaba en la tienda de batidos de Onnit en 2017 cuando Marcus le contrató como asistente, y con el tiempo lo ascendió a jefe de personal. Aunque de vez en cuando todavía le sigue preparando los batidos a su jefe, Desmond, quien tiene una habilidad prácticamente adivinatoria para anticiparse a las
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