El de AMLO, un gobierno de “fifís”
Con el afán de distinguirse de los derroches, la frivolidad y la corrupción que marcaron los sexenios “conservadores” y “neoliberales” del pasado, al presidente Andrés Manuel López Obrador le gusta presumir que su gobierno es “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
Sin embargo, como en sexenios pasados, 360 altos funcionarios contratados para concretar la Cuarta Transformación (4T) forman un grupo poco representativo del pueblo de México: en un país donde el ingreso laboral promedio ronda los 6 mil 250 pesos mensuales, los funcionarios de primer nivel reportan ingresos netos 33 veces superiores y patrimonios totales que los colocan entre el 1% de la población más privilegiada.
Aparte, en el gobierno actual la toma de decisiones es, todavía, un asunto varonil: ocho de cada 10 personas que ocupan los cargos clave de la administración federal son hombres. Las mujeres están ausentes –o, en el mejor de los casos, apenas presentes– de sectores estratégicos, como el financiero, el agrícola, el energético, el turístico y el de seguridad; hay paridad de género en solamente dos secretarías.
recopiló los perfiles académicos, las trayectorias laborales y las declaraciones patrimoniales de 360 altos funcionarios, seleccionados con base en un criterio: encabezan estructuras administrativas de primer nivel en las que manejan presupuestos y equipos de trabajo propios. Su forma de acatar las instrucciones de Palacio Nacional y sus decisiones del día a día trazan el rumbo de la 4T.
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