Un contrabando muy bien monitoreado
WASHINGTON.- Documentos marcados como “sensibles” por los gobiernos de Estados Unidos y México evidencian el rastreo y recuperación de armas que se llevaron a cabo en las operaciones Gunrunner y Wide Receiver, antes de Rápido y Furioso.
Los expedientes –copias de los cuales tiene Proceso– exhiben bitácoras realizadas a partir de enero de 2007 y confirman que el entonces presidente Felipe Calderón siempre estuvo al tanto del tráfico ilegal de armas a México, autorizado y supervisado por Estados Unidos.
“Aplicación de la ley sensible”, dice en letras rojas la carátula del documento con el folio VCAC#095303 del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) del Departamento de Justicia (Doj) de Estados Unidos.
, se titula el documento de 53 páginas que revela detalles de una presentación que hizo la ATF al gobierno de Calderón sobre el tráfico
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