La mirada oblicua
Mar 05, 2020
2 minutos
Por FACUNDO ABAL
Si existe un punto donde situar el cruce justo entre naturaleza y cultura, ahí mismo está el ojo de Gustavo Di Mario. Autodidacta, como le gusta definirse, desde sus primeras fotografías se acercó al mundo de un modo que a cualquier antropólogo le hubiese llevado años de formación. Eso que algunos llaman extrañamiento o distancia, para Di Mario es la condición irrenunciable de su trabajo. Algo así como disparar con silenciador, aunque viendo a
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos