Muchos no duraban ni una semana, pero Paolo Roversi decidió asumir con coraje su rol como aprendiz del exigente fotógrafo británico Laurence Sackmann, quien le enseñó lo que es la creatividad en su estudio de París en 1974. Uno de sus consejos lo marcó de por vida: “Tu trípode y tu cámara deben estar bien fijados, pero tus ojos y tu mente deben estar libres”. Pero vamos al origen de esta historia. A los 17 años, el artista italiano se enamoró profundamente de la fotografía en unas vacaciones en España. Su lente captó paisajes, rincones y personas. De regreso a Rávena montó un cuarto oscuro en el sótano de su casa. La primera vez que vio aparecer una imagen bajo la luz roja se reveló, literalmente, la magia. Su labor con el fotógrafo Nevio Natali fortaleció más su oficio, ingresó en
PAOLO ROVERSI: RETRATOS DEL ALMA
Mar 31, 2022
5 minutos
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