50K SOBRE TIERRA DE AGUAS
EL HOSPEDAJE DE LA SEÑORA SOLE ES UNA CASONA DE DOS PISOS DE CRUJIENTE MADERA UBICADA EN PLENO CENTRO, EN PUNTA ARENAS. TANTA DEBE SER LA GENTE QUE PASA POR ESTA CASA QUE LA SEÑORA SALUDA A SUS VISITANTES POR EL NOMBRE DEL PAÍS DE PROVENIENCIA, NO POR SU VERDADERO NOMBRE.
Sole nos cuenta sobre sus viajes a Europa y Nueva Zelandia mientras carga el hervidor y alista la mesa del desayuno. «¡Chao Franciaaa! » exclama mientras una pareja de huéspedes deja el hostal llevando sus mochilas de trekking al hombro.
El cielo es terso en la capital magallánica, de un celeste ajeno al arco Santiaguino, y la luminosidad de los edificios despierta el ojo todavía somnoliento del viaje cansador.
Nuestro destino es Ultra Paine, carrera de 14, 35, 50 y 80 kilómetros que cruza gran parte del Parque Nacional Torres del Paine. Era mi primera vez en la carrera y la cuarta en la distancia ultra de 50k. Llevaba tres meses entrenando para esto.
Con los bolsos pesadísimos al hombro, mi marido y yo nos paseamos por las calles de Punta Arenas aprovechando el primer sol de primavera, literalmente. Teníamos una hora para pisar los puntos típicos de la ciudad y en eso pasamos por Plaza de Armas a besar la , del monumento a Hernando de Magallanes. Dice la leyenda que quien hace esta reverencia volverá a la ciudad con buena fortuna. Al parecer funciona. Era la cuarta vez que visitaba la ciudad austral y andaba con una sonrisa estampada en la, un pequeño local llenísimo de gente de todas las edades en el cual se sirve un desayuno de campeones: choripán y leche con plátano para capear el frío del estrecho.
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