Asedio al Alcázar de Toledo
TOLEDO FUE UNA MÁS DE LAS MUCHAS CIUDADES EN LAS QUE DESPUÉS DEL ALZAMIENTO SE PRODUJERON ENCARNIZADOS COMBATES CALLEJEROS ENTRE LOS PARTIDARIOS DE LOS SUBLEVADOS Y LAS FUERZAS DEL ORDEN LEALES A LA REPÚBLICA. El 18 de julio el comandante militar de la ciudad imperial, José Moscardó, decidió desplazarse hasta Madrid para comprobar, de primera mano, la situación en la que se encontraba la División a la que su comandancia militar pertenecía, pero cuando llegó a la capital pudo observar el caos que reinaba en la ciudad, por lo que regresó a su puesto y ordenó el acuartelamiento de la escasa guarnición que se encontraba a sus órdenes. La decisión estaba tomada. El coronel se iba a sumar al golpe y si era necesario resistiría en Toledo hasta el final. Para Moscardó lo más importante era ganar tiempo, por eso no dio cuenta al gobierno republicano de su elección; mientras tanto inició los preparativos para la defensa, siendo su gran prioridad la búsqueda de un enclave desde el que poder resistir cuando, sin lugar a dudas, llegase desde Madrid un ejército republicano para sofocar el levantamiento de Toledo.
LA SUBLEVACIÓN
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