REARMANDO LA CAJA DE JUGUETES
UN TRIMESTRE SIN PERDER DINERO: esto es lo que en la actualidad se consideran buenas noticias en Mattel. El icónico fabricante de juguetes ha recibido más golpes que uno de sus robots Rock ‘em Sock ‘em. A fines de octubre Mattel registró un flujo de caja trimestral positivo por primera vez en tres años. Aumentó sus ingresos por segundo trimestre consecutivo, una hazaña que no lograba desde 2013. Incluso su división Fisher-Price, problemática desde hacía tiempo, habría reportado ventas de un dígito de un año a otro de no ser por un retiro de 34 millones de dólares (mdd) de casi 5 millones de Rock ‘n Play Sleepers que, se temía, habían causado la muerte de más de 30 bebés.
Otras buenas noticias de Mattel sí que lo eran. A diferencia de su archirrival Hasbro, no es golpeada por los aranceles impuestos en la disputa comercial entre EE.UU. y China gracias a inteligentes acuerdos de envío con sus compradores. Los recientes recortes de costos le permitieron elevar sus pronósticos financieros, lo que hizo que su acción se disparara (algo raro últimamente). Sus dos marcas más importantes, Barbie y Hot Wheels, se venden bien y ambas están por convertirse en películas, un pilar clave del plan del director ejecutivo Ynon Kreiz para reconstruir a Mattel como un fabricante de juguetes no muy eficiente a una compañía de medios que aprovecha sus personajes y artilugios probados.
Es suficiente para Kreiz, quien lleva 18 meses en el puesto, sugerir que Mattel tiene un futuro incluso si sus problemas están lejos de resolverse. “El cambio está funcionando ”, le dijo Kreiz a los inversionistas. En una entrevista unos días después, muestra
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