FANÁTICO DEL DEPORTE
IMAGINEMOS QUE LE VAS A UN EQUIPO. Puede ser de futbol, de beisbol o de basquetbol, pero es el equipo de tus amores y lo ha sido desde que tienes memoria. Para mí, esos equipos siempre han sido los Knicks y los Jets; para el tipo de la foto, son los Mets, y para los fanáticos de esta trifecta neoyorquina, existe cierta esperanza irracional, seguida de una inevitable tristeza que se infiltra en nuestro mundo con bastante regularidad.
Los tres equipos atraviesan por una sequía de triunfos que se remonta a décadas, y cada temporada perdedora produce una punzada de decepción, la cual los fanáticos no sólo anticipamos, sino que ya hasta nos hemos acostumbrado.
¿Por qué nos hacemos esto? ¿Por qué millones de fanáticos como yo le damos nuestro tiempo y atención, nuestro dineroy profesor de psicología en la Murray State University. “Es una actividad voluntaria en la que entiendes que hay muchas posibilidades de que, cuando termines de consumir el producto, no estés muy contento con él”. Y agrega: “Si compras pizza en un lugar seis veces, y en tres ocasiones llega tarde, fría y no es la pizza que ordenaste, no volverías a comprarla ahí”. Pero cuando se trata de equipos deportivos, todos lo volvemos a hacer.
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