Fue mamá justo cuando su carrera podía comérsela a ella y a su proyecto familiar. Pero paró, rectificó y salió avante. Hoy es buen ejemplo de que sí se puede todo. Las empresas no se adaptan a uno, si no al revés. Pero uno sí puede elegir qué empresa va con tus valores y si te dará cancha para crear y crecer.
He aquí a una mujer que ha diseñado su carrera y su vida, o su vida y su carrera, en el orden que prefieran. ¿Cómo? Sin miedo a pasar de “cola de león a cabeza de ratón”, sin miedo a crear las condiciones que aún no existían y sin miedo a agarrar al vuelo las oportunidades. También con mucha claridad del camino que quería trazar y con un método para operar la transformación.  
Si el nombre del juego de los negocios responsables es Sostenibilidad, ella está llevando la conversación a otro nivel.

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